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2019

Perdiendo el miedo al placer femenino


En este artículo, desde una perspectiva feminista (y personal) del placer, Abigail Jimenez nos habla de cómo concebimos el placer femenino en las sociedades latinoamericanas. Es un testimonio, que como todo buen testimonio, nos deja con la sensación de haber aprendido algo no solo sobre la sexualidad femenina, sino sobre la vida misma.


Prohibir algo es despertar el deseo.
Michel de Montaigne


En el mundo femenino es bien sabido que en cualquier reunión se hablara quieran o no de sexo. Desde las reservadas y conservadoras hasta las de espíritu libre, tocan este tema tan diverso y prolífico, donde las dudas y muchas veces, la risa de nuestras historias sale a la luz, para bien o para mal. Solteras, casadas, divorciadas, adolescentes y mujeres de la tercera edad, todas nosotras, nos gusta el sexo.

Me ha tocado estar muchas veces contra el paredón al contar mis experiencias, en las cuales a veces me doy cuenta de que soy juzgada por mis amistades, no sé si es por lo tradicional que es mi ciudad o que es lo que lo provoca, muchas veces siento que la misma sociedad se encuentra un poco reprimida en cuestión del placer femenino y te hace verlo como algo malo el que disfrutes de tu cuerpo. Tampoco digo que vayas y te metas con cualquiera que conozcas en Tinder y andes con una infección urinaria feliz por la vida, también es ser responsable de tus acciones y estar consciente de que como hay diversión también hay un enorme grado de responsabilidad.

¿Qué conlleva esta responsabilidad? Desde mi perspectiva, en la cual me siento tan empoderada una vez que logro ir descubriendo sobre sexualidad, me doy cuenta que es una pequeña parte de lo que estoy conociendo. Ayer me encontraba mirando la nueva serie de Netflix, Goop Lab, sobre la compañía de estilo de vida y bienestar Goop, fundada por la actriz estadounidense Gwyneth Paltrow, donde tocan temas de medicina alternativa, curación energética y sexualidad femenina.

Mientras miraba este capítulo que tiene como título: El placer es nuestro, me di cuenta de una cosa muy importante: no tenía ni la mínima idea de cómo se veían mis órganos sexuales. Nunca me dio por verlos, al creer que era una parte sucia o incómoda y me sorprendió que yo misma estuviera juzgando mi cuerpo, siendo que es algo totalmente natural y de lo cual debo estar informada. Así que después de ver el episodio, decidí tomar un espejo y observarlo, quitándome ese tabú tan presente y darme cuenta que no es nada malo, puedo decir que es inclusive más interesante que el miembro masculino.

En un estudio realizado por el Centro Mi intimidad, se encontró que el 50,7% de ellas nunca había mirado sus genitales.

Nos encontramos en esta revolución feminista, en donde las mujeres luchan por sus derechos, por igualdad, por justicia en todos los ámbitos, por lo que es inevitable el pensar que sea tan grande la cantidad de nosotras que nunca ha mirado ni explorado sus genitales.

¿Por qué siguen existiendo tantos prejuicios? Me di cuenta que fuera de las películas pornos o muy undergound, no se ha visto esta parte del cuerpo femenino, al creerse como algo sucio o impuro. Es más, se ha visto el escándalo por parte de Instagram donde no permite la publicación de fotos donde las madres al vacacionar dejar a sus hijos varones sin playera en la playa, y estamos de acuerdo que son niños, no hay nada sexual en eso, pero al confundirlos con las niñas al usar su cabellera larga, las sancionan y las quitan de la vista al público.

Otra de las cosas que más tabú se tiene sobre este tema, es que muchas mujeres relacionamos  la palabra  genitales externos con la vagina cuando esta es el conducto del parto y la confunden con la vulva, otras piensan que el clítoris está dentro de la vagina y que el himen es una tela rígida que cubre toda la vagina, el cual se romperá, emanando chorros de sangre.

En BiobioChile, nos hacen la siguiente pregunta: ¿y por qué es tan importante que las mujeres conozcan sus genitales?  la falta de conexión con la pelvis y con el área genital, genera una desintegración de esta zona con el resto del esquema corporal, pudiendo producir disfunciones sexuales como Anorgasmia o dificultad para experimentar el orgasmo, pues nunca han explorado sus sitios de placer, no saben dónde están ubicados y menos aun cómo estimularlos.

Y en el caso del vaginismo (contracción involuntaria de los músculos de la vagina, frente al intento de penetración vaginal), no hay control voluntario de la musculatura vaginal para relajar y abrir la vagina, lograr un examen ginecológico, insertar un dedo, tampón o pene. Todo esto genera grandes dificultades personales y relacionales, impidiendo disfrutar de una sexualidad satisfactoria.

La sexualidad es parte de una vida sana, por lo que negarse al placer y conocer tu cuerpo, lo que te gusta, podría traerte problemas de salud y serios trastornos que generan más problemas.

Lo ideal es que tengas encuentros íntimos sin miedo a un encasillamiento y con el cuidado debido, así como visitas al ginecólogo, sexólogos y erotólogos, etc,  donde puedes resolver todas esas dudas que no se han resuelto. Si no tienes pareja, puedes optar por la masturbación, que es otro de los temas prohibidos donde la gente no quiere hablar, pero que es una práctica saludable que ayuda a conocer nuestro cuerpo y a liberar el deseo sexual.

Ahora, mi mensaje para ustedes es: mujeres, agarren un espejo, y no tengan miedo ni vergüenza en mirarlos, explorarlos y conectarse con ellos, la sexualidad no tiene nada de pecaminoso, es parte de ti. Celebra tu feminidad.


Abigail Jimenez

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